Según
la RAE el comunismo es la doctrina que promulga una organización
social en el que los bienes son propiedad común. Bien, pues si
interpretamos esta definición, hay quien pueda pensar que los
vecinos de Villanueva de Odra tienen algo de comunistas, y es que no
fueron pocos los vecinos que tras el mal estado del edificio más
representativo de este pueblo, su iglesia, unieron fuerzas para la
reconstrucción de la misma.
Al
des
velar cuales eran las intenciones que juntaron al pueblo quizá
queden disipadas las dudas sobre la hipotética ideología de los
vecinos de Villanueva de Odra. Todo surgió en el momento en el que
el párroco, compartido con casi otra decena de pueblos (lo que hace
aun más valorarle su esfuerzo) decidió convocar a todos los
habitantes para proponer la restauración total de la iglesia. En un principio el camino estaba bastante oscuro, la única luz que parecía
iluminarlo para poder pagar el presupuesto que suponía tal arreglo,
era la venta de la antigua casa del cura. Ante algo que parecía tan
complicado, no solo por la posible falta de colaboración sino por el
tema económico salió, y vaya que si salió.
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Antes y después de la reforma |
El ex alcalde del pueblo, dueño de una empresa de restauración se comprometió a ajustar todo lo posible el presupuesto, así mismo hizo con su empresa de pintura otro renacuajo (comúnmente llamados los habitantes de este pueblo). A estos ajustes se sumo una serie de personas que se ocuparon de hablar con otros alcaldes, con la Junta, buscar subvenciones, patrocinadores o personas que quisieran colaborar. Junto con casi una decena de vecinos, los cuales quedaron en que podían ir adelantando trabajo, no tanto profesional pero si cosas necesarias que ahorrarían una cantidad de dinero considerable, levantar suelo en mal estado, limpiar las paredes de cal... Mientras tanto un grupo de mujeres del grupo de restauración, dedicaron su tiempo a arreglar marcos, preparar nuevos manteles, ayudar a las obras, dirigir y contratar los servicios de iluminación...
Tan
solo unos meses después, una iglesia que estaba casi en ruinas,
lucia tan bonita como una catedral. "Nunca había visto a tanta
gente en el pueblo" aseguraba alguno de los vecinos más
ancianos tras el encuentro de corales que se produjo poco después de
su inauguración.
Esta
labor y esta colaboración, por un bien que todos los vecinos
consideran suyo, parte de su historia y de su vida, solamente se da
en los pueblos, esos pueblos que por falta de políticas de desarrollo
rural se están quedando vacíos, condenando a muchos de ellos a la
desaparición. Y si dejamos que esto ocurra y cambiamos el campo y la
naturaleza por rascacielos y centros comerciales, que de aquí a 20
años no haya nada ni nadie que arreglar será nuestra
responsabilidad, perdiendo así una forma de vida, una parte de
nuestra cultura.
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Antes y después de la reforma |